(Reuters) - Los combatientes islamistas vinculados a Al Qaeda que han utilizado picos, palas y martillos para destrozar las tumbas y santuarios enterrados de los santos locales en la mítica ciudad del desierto de Tombuctú aseguran que están defendiendo la pureza de su fe contra la idolatría.
Pero los historiadores dicen que su campaña de destrucción en la ciudad patrimonio de la UNESCO está pulverizando parte de la historia del islam en África, que incluye centenarios mensajes de tolerancia.
"Están golpeando el corazón de lo que Tombuctú representa... Mali y el mundo están perdiendo mucho", dijo a Reuters Suleiman Bachir Diagne, profesor de la Universidad de Columbia en Nueva York y experto en filosofía del islam en África.
En los últimos tres días, los islamistas del grupo rebelde Ansar Dine, que en abril se hicieron con el control del norte de Mali junto con separatistas tuareg, han destruido al menos ocho mausoleos de Tombuctú y varias tumbas, santuarios centenarios de la variante sufí local del islam en la que se conoce como "la ciudad de los 333 santos".
Durante siglos en Tombuctú, una antiguo punto de comercio de sal, oro y esclavos en el Sáhara que se convirtió en un famoso lugar de aprendizaje del Islam y sobrevivió a la ocupación de tuaregs, bambara, marroquíes y franceses, la gente ha rendido culto en estos santuarios, buscando la intercesión de los santos.
Este tipo de adoración sufí popular es anatema para islamistas como los combatientes de Ansar Dine (que significa Defensores de la Fe), que se adhieren al salafismo, conectado a la rama puritana wahhabí del islam suní que se proviene de Arabia Saudí.
"Un salafí diría que crear una cultura de santos es como practicar la idolatría", dijo Diagne. Al contrario que en el cristianismo, donde el clero otorga la santidad como práctica común, la adoración de "santos" en varias corrientes del islam no wahhabí normalmente proviene de la veneración por figuras históricas devotas.
Rechazando la ola de descontento dentro y fuera de Mali por los ataques contra los santuarios, Sanda Ould Boumama, portavoz de Ansar Dine en Tombuctú, dijo desafiante en la radio francesa RFI durante el fin de semana que las acciones iban en la línea del intento del grupo por instalar la ley de la sharía islámica por toda la dividida Mali.
"Los seres humanos no pueden ser elevados por encima de Dios... Cuando el Profeta entró en La Meca, dijo que todos los santuarios debían ser destruidos. Y eso es lo que estamos repitiendo", afirmó Boumama.
En lo que denominó un "grito (de auxilio) desde el corazón" al mundo para que ayude a detener esta destrucción, la ministra de Cultura maliense, Diallo Fadima Toure, dijo el domingo en la reunión del Comité de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en San Petersburgo que los ataques de Ansar Dine "notenían nada que ver con el Islam, una religión de paz y tolerancia".
"¿Vamos a permitir esto mientras nos quedamos impasibles observando? Hoyestá pasando en Mali, pero mañana, ¿dónde será?", dijo.
/Por Pascal Fletcher/
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