Galeb Moussa - Periodista

Innumerables cantidad de veces, desde el comienzo de la historia, leemos, vemos y se escucha que las religiones son la razón de las guerras, que imponen la muerte, que son el opio de los pueblos. Es mentira. En esta era contemporánea le toca al Islam recibir esas acusaciones, lo dicen los miembros de otras religiones, que en su tiempo han también sido señaladas como el Islam en la actualidad, lo dicen los ateos, lo dice cualquiera. Ignorantes a sabiendas, interesados sin límites, perversos confesos. No son las religiones las causantes de las guerras, es la maldad del alma humana desviada, descarriada, avara, rapaz, la que ocasiona la muerte, la que roba, la que oprime, destruye y corrompe. Fue la envidia de Caín la que llevo a matar a Abel, la soberbia de Faraón el oprimir al pueblo hebreo, fue el miedo de Caifas quien condenó a Jesús, fue el delirio de Torquemada el inquisidor y es la codicia de la monarquía saudí y su deformado wahabismo, los que persiguen y matan a árabe