2 septiembre, 2018
Las últimas noticias sobre Siria y una victoria que no termina de concretarse, encuentra su escollo en maniobras remanidas, pero no menos efectivas cuando se posee el control de los medios, la propaganda y la opinión pública estupidizada.
Rusia denuncia un posible ataque con armas químicas de falsa bandera, ordenado por Estados Unidos y a ejecutar por los residuos del grupo terrorista Frente al Nusra.
El objetivo es sabido, culpar al gobierno sirio, pero con la variante esta vez, de obtener el aval de las Naciones Unidas autorizando una intervención bélica internacional, al mejor estilo invasión de Irak en 2003.
Pero no queda allí la operación planificada. Estados Unidos espera que Irán se involucre de manera activa y formal en defensa de Siria – recordemos el acuerdo de defensa firmado hace pocos días entre el país árabe y la República Islámica- de manera que esa intervención extienda el aval para atacar Irán.
Una arriesgada estrategia la norteamericana, con resultados inciertos y que seguro involucrará a actores no esperados.
Nadie puede asegurar que Arabia Saudita no se convierta en objetivo, como cualquier otro país árabe del Golfo Pérsico, así como el cierre del estrecho de Ormuz, donde pasa el 30 % del tráfico marítimo de petróleo hacia occidente.
Otra variable que se suma al escenario es Yemen, quien controla el estrecho de Bab el Mandeb. Si el reino saudí es agredido va a tener que distraerse de su agresión a Yemen, en tanto que los revolucionarios yemeníes bien pueden cerrar ese paso marítimo y ya el suministro de petróleo hacia Europa y Estados Unidos sería prácticamente nulo.
Podemos seguir agregando actores, tanto de un lado como el otro, actores que participarían gustosos, y otros no tanto, pero que el escenario planteado los obligaría a intervenir.
En este abanico podemos considerar, al margen de la alianza del Atlántico Norte, a Turquía, Israel, Rusia y China.
Cada uno jugará un rol decisivo si los cálculos no son exactos y tal cual el pentágono debió realizar.
El envío de dos destructores, uno al mediterráneo y el otro al golfo pérsico, son en primer medida elementos intimidatorios y una clara advertencia de las intenciones de la primera potencia mundial en armamento.
Por ello es que hay que analizar con detalle cada movimiento, si en verdad están pensando en un ataque con armas químicas de falsa bandera, se va a tornar muy difícil la credibilidad de esta acción.
En primer lugar, porque a Siria en estas condiciones de victoria, no le hace falta cometer semejante tontería, luego, hay que recordar que Siria entregó todo su arsenal químico a la OPAQ, y esta organización es testigo de ello, por último, ya no hay quien crea esas falsas excusas que avalen ataques "aliados" defendiendo la libertad y la democracia o el bienestar de los pueblos, salvo el de ellos mismos.
Ya Medio Oriente es una región volátil, posee petróleo y gas, lo que la hace más inflamable, por lo que solo hace falta una pequeña chispa o brasa de cigarrilo cayendo al suelo para que toda la región se incendie.
Esta terminando el verano allí y en Europa, no sea cuestión que no puedan luego apagar el fuego que se extiende como reguero de pólvora.
Por: Galeb Moussa / periodista y analista político internacional, especializado en Medio Oriente.
Publicado en: http://elgrilloweb.info/2018/09/02/eeuu-ofensiva-total-medio-oriente/
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