120 países en reunión de los No Alineados
Representantes de casi 120 países se encuentran en Teherán para una reunión de los No Alineados.
La cumbre del Movimiento de los Países No Alineados (MNOA) que comienza el domingo en Teherán, será para Irán la reunión política más importante desde la revolución de 1979.
El país persa quiere mostrar su mejor cara al mundo, a través de los invitados de casi 120 países.
El gobierno declaró -a los seis días que dura la cumbre- como festivos y las calles que conducen al lugar de la reunión fueron bloqueadas por la policía, mientras que todos los comercios de los alrededores tendrán que cerrar, informó la agencia DPA.
Al menos el norte de Teherán será una zona de seguridad cuando los cancilleres se reúnan del 26 al 29 de agosto y, finalmente, los jefes de gobierno y sus representantes hagan lo mismo del 30 al 31 del mismo mes.
"El MNOA es de hecho el único bloque en el que Irán todavía se siente reconocido", señaló un diplomático extranjero en Teherán. En la ONU, y en especial en el Consejo de Seguridad, Irán está cuestionado por su programa nuclear y su política anti israelí.
Respecto a los países islámicos, estos no ven con buenos ojos el apoyo brindado por Irán al Gobierno de Siria, país sumido en una guerra civil.
Estados importantes de la región como Turquía y Arabia Saudita, apoyan a la oposición armada siria y quieren incluso apartar a Damasco de las organizaciones internacionales islámicas.
Es por ello que tan sólo le quedan los No Alineados. "La cumbre MNOA muestra que los esfuerzos de Occidente para aislar a Irán fracasaron", señaló la agencia de noticias iraní Fars.
Con casi 120 países miembros, el Movimiento de los No Alineados es el mayor organismo internacional después de la ONU, pero políticamente tiene escasa relevancia.
"A los iraníes el NOA les da igual, tan sólo toman la cumbre como una bienvenida plataforma para poder tocar sus temas", dijo un politólogo en Teherán.
Las sanciones por la polémica nuclear condujeron a una crisis económica de la que es imposible esconderse. Las naciones con las que mantiene una enemistad declarada, Estados Unidos e Israel, amenazan seriamente con ataques militares contra las instalaciones nucleares, algo que Teherán no puede ignorar.
Es por ello que existe una gran satisfacción por la presencia de más de 50 jefes de Estado y del secretario general de la ONU Ban Ki-moon.
Sobre todo entusiasmó la confirmación de Ban, a cuya visita se opusieron de forma vehemente Israel y Estados Unidos.
A pesar de no ser musulmán, a Ban al parecer se le concedió el privilegio de reunirse con el máximo líder del país, el ayatollah Ali Jamenei.
Pero a Teherán le gustaría también ver a otro coreano en la cumbre. Se trata del nuevo hombre fuerte de Corea del Norte, Kim Jong-un. Sin embargo desde Pyongyang llegará otro Kim, el jefe de estado nominal, Kim Yong-nam.
También existe una gran satisfacción por la visita del presidente egipcio Mohamed Mursi.
"Irán espera una islamización política de Medio Oriente con Mursi", dijo un diplomático árabe en Teherán.
Pero antes Irán tendrá que convencer al nuevo jefe de Estado egipcio de que hay que reanudar las relaciones diplomáticas. Aún cuando ambas naciones tienen legaciones diplomáticas, jamás enviaron un embajador.
"Además a Irán no le hizo mucha gracia que Mursi vaya a visitar a Estados Unidos antes de acudir a Teherán", confió la fuente diplomática.
El presidente Mahmud Ahmadinejad ve en el Movimiento de los No Alineados una alternativa a la ONU.
"El potencial está ahí, justo para poner fin al injusto status quo (de la ONU)", dijo Ahmadinejad, quien en varias ocasiones criticó la estructura del Consejo de Seguridad y no deja de cuestionar que sólo cinco países tienen el poder de decidir sobre todo el mundo.
Fuente: Télam
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