05/10/2010 La maquinaria de acoso sionista tiene ya una nueva víctima: Roger Waters, antiguo solista británico de Pink Floyds, que ha sido acusado de “antisemitismo” bajo el pretexto que ha difundido un video de animación asociado a estereotipos sobre los judíos y el dinero.
Viviendo en EEUU desde hace una decena de años, Waters se ha defendido del cargo de ser antisemita y se ha declarado hostil a las políticas israelíes.
En el marco de un espectáculo en América del Norte, que lleva el título de “The Wall live” (en alusión al muro de separación edificado por la entidad sionista entre los territorios de 1967 y 1948) se difundió una proyección en la que son mostradas bombas con diferentes formas, representaciones de símbolos religiosos, financieros, petrolíferos (como el de la Shell), el logo de Mercedes Benz (el coche alemán) y la Estrella de David.
El ataque al músico procedió de la Liga Antidifamación (ADL), que criticó la proyección de bombas que llevaban la Estrella de David.
En lo que constituyó una respuesta a dicho ataque, el músico inglés reprochó al director de la ADL, Abe Foxman, que no se haya molestado en asistir a uno de sus conciertos antes de tacharle de antisemita. Según él, la acusación que ha sido objeto no es más que una cobertura tras la cual se oculta la ADL y rechazó la equiparación de toda crítica a Israel con el antisemitismo. “Es como si al criticar la política de EEUU, uno fuera anticristiano,” ironizó.
Con respecto a la entidad sionista, Waters reconoció ser hostil a sus políticas, “en especial las que conciernen a su ocupación de los territorios palestinos y la construcción de asentamientos, que es ilegal según las leyes internacionales.”
“Israel obra así para asfixiar a los palestinos y hacer que enfermen en los guettos tras haber confiscado sus tierras,” señaló añadiendo que recibía cada día miles de cartas de apoyo, incluyendo algunas procedentes de judíos.
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