15 de febrero de 2009 - 10:00
Irán conmemora 30 años de la Revolución Islámica. Entrevista con el ex embajador suizo en Teherán Tim Guldimann - swissinfo
Pie de foto: Este año se multiplican las ceremonias para marcar el 30 aniversario del regreso a Irán del ayatolá Jomeini en 1979. (Keystone)
Hace 30 años, el sha Reza Pahlevi salía de Irán y cedía el poder al ayatolá Jomeini y la Revolución Islámica. Hoy el país está en la mira de Occidente, aunque con la llegada de Obama a la Casa Blanca la situación podría cambiar, sostiene Tim Guldimann, ex embajador de Suiza en Teherán.
De confirmarse esta hipótesis, terminaría un periodo de 30 años en los que Suiza ha representado los intereses de Estados Unidos en Irán. Entrevista.
Tim Guldimann, fue embajador de Suiza en Irán de 1999 a 2004. Hoy ha abandonado el servicio diplomático pero sigue con atención la situación en la región.
swissinfo: La Revolución Islámica cumple 30 años este año. ¿Qué busca Irán?
Tim Gudimann: El respeto y el reconocimiento de su papel de potencia regional por Occidente y, especialmente, por Estados Unidos. Irán se convirtió en un paria por diversas razones, entre las que destacan la toma de la embajada estadounidense en 1979, la Revolución Islámica y las violaciones de los derechos humanos.
Objetivamente, si se compara con otros países, sobre todo en materia de derechos humanos y democracia, hay muchas razones para pensar que es un país poco conocido y mal comprendido. Irán tiene ciertamente sus contradicciones y sus defectos, pero habría que darle el papel que le corresponde, pues ofrece un gran potencial.
swissinfo: En medio de la polémica nuclear iraní, Teherán acaba de lanzar su primer satélite. Algunos temen que el programa espacial sirva para desarrollar misiles balísticos.
T.G.: Oficialmente, Irán niega toda relación entre su programa nuclear y su programa militar. Está claro que el país pretende alcanzar una capacidad nuclear, y al mismo tiempo, su guía supremo ha negado oficialmente toda intención militar de ese programa. Claro que algunos desarrollos suscitan dudas, y aún más dado que la producción de energía nuclear es muy cara, pero estamos aún lejos de ello.
Lo que yo considero muy importante es el orgullo de ese país que quiere mostrar a su población y al mundo que puede triunfar también en el campo tecnológico. Recuerde la conmoción que provocó el Sputnik: la otrora Unión Soviética quiso mostrar que era una gran potencia. Irán hace lo mismo al lanzar "su" satélite, símbolo de progreso tecnológico y de prestigio.
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Tim Guldimann, ex embajador en Irán. (Keystone)
swissinfo: ¿Hay que tener miedo de Irán?
T.G.: Irán no es peligroso; lo peligroso es una confrontación con Irán. Una escalada podría incitar al país a desarrollar su potencial nuclear militar y, por tanto, hacerlo peligroso. Personalmente, las intenciones de Irán no me producen miedo.
swissinfo: ¿Por qué las relaciones con la comunidad internacional
son tan tensas?T.G.: Esto es sobre todo una actitud occidental. Rusia, por ejemplo, juega un papel diferente a pesar de que las relaciones entre ambos países son muy difíciles por razones históricas. Moscú dice no tener miedo del nuclear iraní, incluso si votó las sanciones de la ONU después de que Irán se rehusara a detener el enriquecimiento de uranio.
Lo mismo se aplica a China. Le preocupa una carrera armamentista nuclear en la región –al igual que algunos países árabes-, pero las cosas son más complejas, por lo que no se puede decir que toda la comunidad internacional esté contra Irán.
swissinfo: Se multiplican las voces que proponen integrar a Irán en los esfuerzos de estabilización en Afganistán. Barack Obama declaró que prefiere una "actitud más diplomática que militar". ¿Soplan nuevos vientos?
T.G.: Barack Obama lo anunció, es verdad, pero no hay que subestimar los daños que causó el gobierno Bush. Para Afganistán, Irán ha tenido una actitud muy constructiva después del 11 de septiembre, hasta enero de 2002, cuando Washington lo colocó (junto con Irak y Corea del Norte) en el "eje del diablo".
Durante esos tres meses, Teherán brindó un apoyo sustancial a los esfuerzos occidentales en Afganistán, en el ataque estadounidense contra los talibán y en la conferencia de Bonn para formar el gobierno de Hamid Karzai.
Irán estima que Estados Unidos no agradeció sus esfuerzos. No es sorprendente, pues, que se muestre reticente a apoyar a Occidente. Dicho esto, Teherán y Kabul tienen interés en mantener buenas relaciones de vecindad y no descarto que Irán cambie de actitud en esos esfuerzos de estabilización regional, si obtiene el respeto que desea por parte de Estados Unidos.
swissinfo: El 12 de junio Irán celebra elecciones presidenciales, y uno de los candidatos es el ex presidente reformador Jatamí. ¿Esto podría cambiar la situación?
T.G.: Sí, porque con Jatamí se presenta una oportunidad real de elegir entre dos candidatos muy diferentes y esto pese a las restricciones inherentes al sistema clerical. Después de todo, aparte de Israel, Irán es el único país de la región con un sistema en el que el resultado de los comicios es imprevisible.
En 1997, Jatamí fue elegido con el apoyo popular. Si en junio es reelegido, se encontrará con una situación económica y social muy difícil -derivada de la caída del precio del barril de petróleo, que ha pasado de 150 a 44 dólares- y con una fuerte oposición de los conservadores.
Entrevista swissinfo: Isabelle Eichenberger
(Traducción: Patricia Islas, Belén Couceiro)
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