Francia está habituada al crimen desde tiempos inmemoriales, su historia es testigo fidedigno de los conflictos permanentes que decidió vivir. Contra los reinos vecinos, peleas intestinas, cortes corruptas, guerras mundiales, colonialismo salvaje y en estos tiempos modernos también financiando grupos terroristas como ISIS.
Francia ha cometido los más horrendos crímenes y matanzas. Desde África a Medio Oriente, como olvidar el más del millón de muertos en Argelia, las masacres en Malí, las colonizaciones de Siria, Líbano, etc.
Hace pocos días atrás, Francia ha sufrido un atentado terrorista, criminal, aborrecible, al que se repudia con todas las fuerzas. Hay que encontrar a los culpables de esta atrocidad, pero la referencia no es para los sospechosos ya abatidos, sino para los autores intelectuales, los que sacaran réditos de este crimen.
Yendo en esa dirección podemos deducir a simple vista dos vías posibles e interconectadas:
1.-La situación socio-política interna del país galo
2.- Su política exterior.
El objetivo a atacar era en verdad un bocado apetecible para las mentes mas perversas. Un semanario satírico, provocador, ofensivo y descarado. Declarándose ellos mismos como anti clericales a ultranza, tenía un especial ensañamiento contra el Islam. Religión que practican más de 8 millones en Francia, entre inmigrantes y nacionales.
Musulmanes que viven la exclusión, la marginalidad, y el oprobio de ser ciudadanos de segunda en la civilizada Francia. Problema socio-político interno que le dicen y que Versailles nunca solucionó.
Charlie Hebdo es la revista que ha publicado de 4 a 8 años atrás y en la más absoluta libertad de expresión, diversas caricaturas sobre el Profeta del Islam, el Corán y la burla sobre miles de egipcios asesinados. Da para pensar que el argumento de la venganza por las ofensas al Islam llega un poco tarde. Pero que conveniente sería que ese argumento sea cierto, y que ganancia obtendrían los xenófobos europeos en auge.
Y no solo ganarían los partidos de extrema derecha, plenos de racismo y odio, sino que este argumento sería fantástico para apuntalar el libelo encargado a Samuel Huttington del Choque de Civilizaciones, para de esa forma justificar futuras invasiones a la región donde viven estos "salvajes musulmanes", hacerse con el dominio geoestratégico y por supuesto adueñarse de los recursos energéticos.
¿Demasiado piensa usted?. Habría que revisar los detalles...
Un terrorista que olvida su documento en el auto de escape, botellas molotov con huellas dactilares, y por las dudas que fallaran las bombas incendiarias, el respaldo de un lanza cohetes, que debe ser fácil de comprar en cualquier esquina de París. Y para rematarla, en vez de esconderse, luego de huir más de 50 kms, se dedican a tomar rehenes.
Pero esto no es todo, la oferta es mas grande.
Estos muchachos encapuchados, delatados por su ¿Torpeza?, eran viejos conocidos de los servicios de inteligencia franceses, que sabían de sus antecedentes de tráfico de drogas, vandalismo, y por si fuera poco dos de ellos militaban en Al Qaida y el ISIS. Sí, el mismo ISIS al que Francia le suministraba armamento.
Tales sujetos con esos antecedentes no pueden denominarse musulmanes, por lo tanto el motivo religioso, por lógica queda descartado.
Otros detalles que suman desconfianza es el reciente reconocimiento de Francia a Palestina, demasiada libertad de acción que no le gustó ni un poco a Washington.
Ya a esta altura, queda muy lejos el ataque a la libertad de expresión y el factor islámico como argumentos sustentables del atentado.
Atentado que no fue el único sufrido por la revista - ya había sufrido un ataque incendiario en 2011- sin embargo solo dos policías custodiaban el lugar. Demasiados relajados en cuanto a seguridad ¿verdad?
Finalmente queda por mencionar la calidad de rehén de Estados Unidos que ostenta Europa hoy en cuanto a la cuestión energética, que impide cualquier libertad de acción del viejo continente para negociar recursos de manera independiente.
La foto de la marcha encabezada por Hollande, Merkel, Cameron y Netanyahu cierra este artículo y que produce un escalofrío atroz.
Los muertos no son todos iguales, está claro que 12 franceses valen más que millones de otras regiones del apetecible "tercer mundo". Cinismo que le llaman.
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