ARGENLEAKS - AMIA

Para esclarecer un poco más la trama de la investigación (?) del atentado a la AMIA, les presentamos los Wikileaks Argentinos, recopilados por el Periodista Santiago O’Donnel en su libro Argenleaks

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El 1° de noviembre de 2006, una semana antes de que el juez federal Rodolfo Canicoba Corral ordenara la captura de ocho ex funcionarios iraníes y un libanés por el atentado contra la AMIA, el fiscal de la causa, Alberto Nisman, le anticipó el fallo a la embajada de los Estados Unidos y le precisó que la decisión de juez era inminentes

Tres semanas después del fallo, Nisman volvió a llamar a la embajada para agradecer el apoyo público y privado que le había brindado el gobierno estadounidense a la investigación y para quejarse de que el gobierno argentino no se hubiera expresado de la misma manera.

Un año y medio más tarde, en mayo de 2008, Nisman se contactó con la embajada de los Estados Unidos para disculparse por no haber avisado que iba a pedir la captura del ex presidente Menem por presunto encubrimiento en la causa. Veinte días después volvió a contactarse con la embajada para explicar el pedido de captura de Menem, según una serie de tres cables diplomáticos confidenciales obtenidos por Wikileaks. A lo largo de las cuatro reuniones entre el fiscal y los funcionarios estadounidenses, de las que dan cuenta los cables, Nisman presentó informes detallados de su investigación judicial del atentado. Los estadounidenses lo felicitaron reiteradamente y lo alentaron a seguir adelante con la llamada “pista iraní” aunque no mostraron entusiasmo por el desarrollo de la llamada “pista siria involucraría a Menem.

El primer cable de la serie, que anticipa la decisión de Canicoba Corral, está firmado por el encargado de Negocios, Mike Matera. Arranca con el agradecimiento del fiscal a la embajada y al gobierno de los Estados Unidos “una vez más por el apoyo a sus esfuerzos en la investigación y el pedido de procesamiento de los iraníes la semana anterior.

El fiscal agregó que seguía trabajando algunas puntas, sobre todo en la Triple Frontera, y trascartón anunció la inminente decisión del juez. Dice el cable: Nisman dijo que pensaba que el juez Rodolfo Canicoba Corral podría emitir su fallo, o sea ratificar el dictamen del fiscal, y librar órdenes de captura para seis imputados, tan pronto como este viernes... Nisman dijo que el fallo podría demorarse algunos días, pero que en todo caso era inminente.

Para el diplomático estadounidense, la noticia que le estaba dando Nisman demostraba que el gobierno argentino apoyaba la investigación judicial: Si Canicoba Corral ordena las capturas el viernes, o temprano la semana que viene, será una clara indicación de que el gobierno no ha intentado frenar o interrumpir el proceso, y al no hacerlo le han dado su aprobación tácita al juez para que avance.

El diplomático dijo que sus fuentes describían a Canicoba Corral como un peso liviano que había delegado la investigación en el fiscal porque no quería meterse en problemas. Sin embargo, agregó que los veloces e inesperados avances la causa eran motivo suficiente para entusiasmarse con un acercamiento al gobierno argentino.

Con los eventos moviéndose más rápido de lo esperado, la embajada ahora puede contactar al gobierno argentino con más lógica acerca de los próximos pasos que anticipa el gobierno y coordinar esfuerzos en foros locales e internacionales para presionar a Irán y Hezbolá.

El segundo cable, fechado el 27 de noviembre de 2006, está firmado por el embajador Earl Anthony Wayne. El documento evidencia el delicado equilibrio que debió mantener el gobierno argentino para no hacer de la causa AMIA un capítulo más del enfrentamiento entre los Estados Unidos e Irán.

Nisman le agradeció al embajador por el valioso apoyo del gobierno de los Estados Unidos y las declaraciones públicas de apoyo... Nisman dijo que le hubiera gustado recibir una muestra similar de apoyo de su propio gobierno.

Sin embargo, para Wayne el silencio del gobierno argentino era entendible. Por eso le contestó a Nisman con una pregunta: ¿Qué pensaba Nisman de algunos informes de la prensa local, que coincidían en describir su informe (con el que sustento los pedidos de captura) como un refrito de la investigación anterior, basada en archivos de inteligencia y testigos no confiables?

“Nada que ver”, contestó Nisman. Ya le había respondido “silenciosamente” a los autores de esos artículos, agregó.

“Defendió con mucha fuerza la investigación, su informe y la credibilidad de sus pruebas y testigos.” De todos ellos, Nisman sólo nombró a uno, el “alto funcionario iraquí” Bani Sadr. Sin embargo, el único “alto funcionario” con ese nombre que aparece en Google es iraní, no iraquí. Fue el primer presidente de la Revolución Islámica y trece años antes del atentado a la AMIA partió de Irán para exiliarse en París.

La conversación continuó con la decisión de Interpol de no extender los pedidos de captura hasta no escuchar los argumentos de Irán y la Argentina. Wayne advirtió que haría falta un gran esfuerzo de lobby conjunto entre los Estados Unidos y la Argentina para convencer a Interpol, y Nisman contestó que ya estaba trabajando en el tema con Canicoba Corral y con funcionarios de la Cancillería.

Cuatro meses más tarde, tras un intenso pero discreto trabajo de lobby conjunto de la Argentina y los Estados Unidos, el comité ejecutivo de Interpol homologó seis de las nueve órdenes de captura que había librado el juez argentino.

En el tercer cable de la serie, el embajador Wayne da por hecho que el atentado de la AMIA fue cometido por Hezbolá, una organización islamista chiita con sede en el Líbano, país donde forma parte de la coalición del gobierno.

Hezbolá recibe apoyo de los gobiernos de Siria e Irán y ha sido declarada organización terrorista por Israel, los Estados Unidos y la Unión Europea, pero no por la Argentina.

El cable tiene como disparador las “disculpas” de Nisman por haber pedido la captura de Menem sin avisarle a los estadounidenses. Dice Wayne: El fiscal especial para el caso AMIA, Alberto Nisman, llamó a la embajada para disculparse por no haberle anticipado que pediría la detención del ex presidente Carlos Menem y otros ex funcionarios gubernamentales y judiciales por presunto encubrimiento/interferencia en la investigación de la conexión local del bombardeo terrorista del centro comunitario judío AMIA, ejecutado por eI Hezbolá en 1994.

EI embajador dijo que Nisman estaba “especialmente interesado en disculparse” por haber hecho el anuncio durante la visita a la Argentina del director del FBI, John Pistole, que se había reunido el mismo día del anuncio con la presidenta Cristina Kirchner. Escribió el diplomático: Nisman dijo varias veces que no pensó que la visita se conectaría con su anuncio. Dijo que pedía muchas disculpas y que agradecía el apoyo y la ayuda del gobierno de los Estados Unidos y que de ninguna manera quería socavar eso.

El cable dice que la decisión de Nisman sorprendió a la embajada porque dos semanas atrás el agregado legal (FBI) le había explicado al fiscal que el interés principal de los Estados Unidos estaba en “quién llevó adelante el ataque y quién lo apoyó”, una manera elegante de referirse a los iraníes.

El embajador reveló en el cable que el gobierno estadounidense viene cumpliendo tareas de asesoramiento al fiscal argentino sobre cómo debe orientar la causa: En los últimos días, funcionarios del Departamento de Legales de la embajada le han recomendado a Nisman que se enfoque en los perpetradores del ataque y no en el posible desmanejo de la primera investigación. Semejante acción sólo confundiría a los familiares de las víctimas y distraería la atención de la caza de los verdaderos culpables.

El fiscal le explicó al embajador que no le había quedado más remedio que pedir las capturas después de una reciente desclasificación de documentos secretos por parte de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE).

Por ejemplo, dijo que [los documentos] mostraban que funcionarios del gobierno argentino habían estado en contacto con el cónsul legal iraní Moshen Rabbani, así como con varias cuestionables figuras islámicas argentinas de origen sirio. Nisman dijo que la comunidad judía había presionado mucho para que avanzara con los procesamientos.

 

A continuación, Nisman explicó que el gobierno argentino había sido advertido de que procesaría a Menem esa semana, dice el cable.

Wayne no pareció muy convencido con las explicaciones de Nisman sobre el oportunismo de su dictamen ni sobre las evidencias que había reunido contra el ex presidente.

Una alta fuente de la Cancillería discutió el caso con [un funcionario de la embajada] el 23 de mayo [de 2008]... [La fuente] no descartó un posible ángulo político en la decisión de Nisman de presentar cargos. Notó que Nisman, en su opinión, “depende completamente de Alberto Fernández” [jefe de Gabinete] y obedece las órdenes de Fernández sin chistar, y no descarta que el momento elegido para el anuncio “fuera una operación política ordenada por Fernández”.

El informante de la Cancillería argentina acusó a Nisman de haber cajoneado la investigación de la llamada “conexión local”.

La fuente señaló que Nisman tenía información de la “conexión local” desde hace arios pero no había hecho nada.

Hizo notar que no había visto nada nuevo sobre el posible rol de Menem en el caso. Preguntado si pensaba que los cargos contra Menem se basaban en los hechos, dijo que no podía saber a ciencia cierta pero opinó que era difícil creer que “Menem podría haber sido tan estúpido”.

A continuación, Wayne cita al asesor de la Delegación (le Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Alfredo Neubuger, diciendo que no había visto nada nuevo en el expediente como para acusar a Menem. El representante de la DAIA tampoco demostró demasiado entusiasmo por los demás avances en la causa.

El funcionario [de la embajada] señaló que el presidente de la DATA, así como el presidente de la AMIA, habían hecho declaraciones públicas apoyando las acciones de Nisman. Neubuger dijo que no tenían otra alternativa que apoyar públicamente cualquier acción que implicara un avance en la causa. Dijo, sin embargo, que los líderes de la DAIA estaban muy preocupados porque el caso AMIA estaba siendo utilizado, una vez más, para consideraciones de política doméstica y que también les preocupaba el aspecto internacional del caso y las notificaciones de Interpol.

Para el embajador, la “jugada política” de Nisman no había dado los resultados que el gobierno buscaba. “Si, como muchos sospechan, el anuncio de Nisman fue un intento de desplazar la huelga de los granjeros [sic] de las tapas de los diarios, han fracasado miserablemente”, concluyó Wayne.

En el último cable de la serie, fechado el 27 de noviembre de 2008 y también firmado por Wayne, Nisman le anuncia que no seguirá investigando la “conexión local” y a’ le había entregado su investigación al juez federal Lijo, (que lleva adelante una causa conexa por el encubrimiento en la primera investigación de la AMIA. Los funcionarios de la embajada volvieron a reprocharle su interés en la llamada “pista siria”, que aparece como alternativa a la supuesta culpabilidad de los iraníes. Escribió el embajador: Nisman negó que sus acciones estuvieran motivadas políticamente, y describió con cierto detalle la evidencia que apoya sus conclusiones. [...] Insistió en que la dimensión del encubrimiento, con los individuos y entidades involucradas, sólo podía ocurrir con el conocimiento de Menem.

Wayne no le creyó ni una palabra.

Interesantemente, Nisman dijo que su investigación no había descubierto ningún motivo para que el presidente Menem orquestara el encubrimiento de la supuesta participación de [el imputado] Kanoore Edul, más allá de la personalidad generosa de Menem y su predisposición para ayudar a sus amigos...

Volviendo a la reunión, los funcionarios estadounidenses de la embajada le dijeron a Nisman que se dejara de embromar con la llamada pista siria, señala el cable diplomático.

Funcionarios de la embajada señalaron que las acciones de Nisman no parecían motivadas por ninguna información nueva pero estaban basadas en un refrito de viejas teorías sobre la “conexión siria” y podría complicar los esfuerzos internacionales para llevar a juicio a los imputados iraníes.

AI advertir el malestar de los diplomáticos estadounidenses por el pedido de captura de Menem, Nisman les que no iba a insistir con sus averiguaciones acerca de la conexión local. Dijo que le había entregado esa investigación al juez Lijo y que de ahora en más se dedicaría a seguir la recomendación que le habían hecho los funcionarios de los Estados Unidos. Escribió Wayne: Nisman aseguró que ya no tendría ningún rol en ese aspecto del caso [la investigación de la conexión local] y que continuaría enfocado en descubrir nuevas pistas y fortalecer las pruebas contra los iraníes.

El pedido de captura de Menem aún no pudo ser evaluado por la Justicia federal porque el ex presidente de origen riojano no ha sido despojado de sus fueros como senador nacional por su provincia. En octubre de 2009, Lijo lo procesó por encubrimiento y, en febrero del año pasado, la Cámara Federal elevó el expediente a juicio. Menem compartirá el banquillo de los acusados con su ex jefe de espías, Jorge Anzorreguy, con el juez destituido por irregularidades en la causa AMIA, Juan José Galeano, y con el ex jefe policial de Macri, Jorge “el Fino” Palacios.

Redacción de Islam y Política