06/11/2010 La presidenta de Brasil, Dilma Roussef, ha señalado que su país mantendrá sus vínculos con Irán en línea con la política exterior pacífica del país.
La primera presidenta de Brasil puso de manifiesto la voluntad de su país de mantener sus relaciones con la República Islámica en una entrevista con la cadena CNN en español el jueves.
Ella explicó que la postura de su país, contraria al fomento de las tensiones, estaba incrementando el estatus internacional de Brasil y señaló: "No creemos que la guerra sea el método para resolver los conflictos. Nunca veréis a Brasil introducirse en una guerra."
Rousseff, que trabajó dentro del gubernamental Partido de los Trabajadores bajo el liderazgo del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, dijo que ella ayudó al presidente a crear un buen gobierno.
"Así pues, el legado de Lula es también mío. Tuve una influencia directa en la mayoría de los programas del gobierno," señaló Rousseff. "Mi gobierno va a tener mi rostro y mi estilo," indicó, añadiendo que a pesar de algunas diferencias de estilo, el grueso de las políticas continuarían siendo las mismas.
"Ahora tenemos la oportunidad de hacer más y mejor lo que ya hemos logrado, porque Brasil está ahora en una situación incomparablemente más favorable que cuando el gobierno de Lula dio comienzo en 2003," dijo Rousseff.
La República Islámica de Irán y Brasil han mantenido relaciones cordiales bajo el mandato del actual presidente brasileño.
En lo que respecta a la política internacional, la presidenta electa de Brasil hizo también un llamamiento en favor de la paz en Oriente Medio por medio de una solución de dos estados.
Rousseff puso de manifiesto además la necesidad de reforzar la coordinación entre los países latinoamericanos y prometió maximizar "esta relación estratégica en la región para que el bloque sea escuchado en la arena internacional."
La primera presidenta de Brasil puso de manifiesto la voluntad de su país de mantener sus relaciones con la República Islámica en una entrevista con la cadena CNN en español el jueves.
Ella explicó que la postura de su país, contraria al fomento de las tensiones, estaba incrementando el estatus internacional de Brasil y señaló: "No creemos que la guerra sea el método para resolver los conflictos. Nunca veréis a Brasil introducirse en una guerra."
Rousseff, que trabajó dentro del gubernamental Partido de los Trabajadores bajo el liderazgo del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, dijo que ella ayudó al presidente a crear un buen gobierno.
"Así pues, el legado de Lula es también mío. Tuve una influencia directa en la mayoría de los programas del gobierno," señaló Rousseff. "Mi gobierno va a tener mi rostro y mi estilo," indicó, añadiendo que a pesar de algunas diferencias de estilo, el grueso de las políticas continuarían siendo las mismas.
"Ahora tenemos la oportunidad de hacer más y mejor lo que ya hemos logrado, porque Brasil está ahora en una situación incomparablemente más favorable que cuando el gobierno de Lula dio comienzo en 2003," dijo Rousseff.
La República Islámica de Irán y Brasil han mantenido relaciones cordiales bajo el mandato del actual presidente brasileño.
En lo que respecta a la política internacional, la presidenta electa de Brasil hizo también un llamamiento en favor de la paz en Oriente Medio por medio de una solución de dos estados.
Rousseff puso de manifiesto además la necesidad de reforzar la coordinación entre los países latinoamericanos y prometió maximizar "esta relación estratégica en la región para que el bloque sea escuchado en la arena internacional."
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