Las Religiones en la Guerra

Innumerables cantidad de veces, desde el comienzo de la historia, leemos, vemos y se escucha que las religiones son la razón de las guerras, que imponen la muerte, que son el opio de los pueblos.

Es mentira.

En esta era contemporánea le toca al Islam recibir esas acusaciones, lo dicen los miembros de otras religiones, que en su tiempo han también sido señaladas como el Islam en la actualidad, lo dicen los ateos, lo dice cualquiera.

Ignorantes a sabiendas, interesados sin límites, perversos confesos.

No son las religiones las causantes de las guerras, es la maldad del alma humana desviada, descarriada, avara, rapaz, la que ocasiona la muerte, la que roba, la que oprime, destruye y corrompe.

Fue la envidia de Caín la que llevo a matar a Abel, la soberbia de Faraón el oprimir al pueblo hebreo, fue el miedo de Caifas quien condenó a Jesús, fue el delirio de Torquemada el inquisidor y es la codicia de la monarquía saudí y su deformado wahabismo, los que persiguen y matan a árabes, tanto cristianos como musulmanes por igual, en estos momentos.

Las religiones han sido y son una excusa para justificar los crímenes atroces, las religiones en manos de estos seres sin alma, son una herramienta fundamental para manipular a incautos y desesperanzados y lanzarlos a una carrera frenética hacia la muerte de otros y las propias.

Para cristianos y judíos los mandamientos divinos, guía fundamental para sus vidas en la fe, son diez:

1. Amarás a Dios sobre todas las cosas.
2. No tomarás el Nombre de Dios en vano.
3. Santificarás las fiestas.
4. Honrarás a tu padre y a tu madre.
5. No matarás.
6. No cometerás actos impuros.
7. No robarás.
8. No dirás falso testimonio ni mentirás.
9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10. No codiciarás los bienes ajenos.

De estos diez tomaremos algunos, los que conllevan actos de las personas, luego lo que haya en su corazón respecto a sus sentimientos, es privativo de ellos y no se puede saber.

Pero lo evidente está a la vista para todos.

Por lo tanto, ¿Podemos considerar que los Bush han seguido los mandamientos de su fe? ¿Lo ha hecho Clinton? ¿Lo hace Obama? Y tantos otros de tantos lugares en el mundo que han matado, torturado, vejado y robado… ¿Se los puede considerar cristianos?

Y en tanto a los judíos, autoproclamados pueblo elegido para conducir a la humanidad hacia el bien, acaso los sionistas de entre ellos, los Ben Gurión, los Jabotinsky, los Sharon, los Menajem Beguin, los Netanyahu, Olmert, y cientos más, ¿Puede decirse que han cumplido o cumplen con el mandamiento de la Torá?

Y en cuanto a los que se proclaman musulmanes, y dicen seguir lo enunciado en el Corán y la tradición del Profeta Muhammad (AS), y manifiestan luchar en nombre de Allah, ¿Obedecen los mandatos que promulga el Islam?

¿Obedecen lo que dice el capítulo 4 en su versículo 92 y 93 que dice:

92.-Un creyente no puede matar a otro

creyente, a menos que sea por error.

93.- Y quien mate a un creyente

premeditadamente, tendrá el infierno como

retribución, eternamente. Dios se irritará con él,

le maldecirá y le preparará un castigo terrible.

¿Cumplen con estos versículos Al Qaeda, ISIS, Jahbat el Nusra, y tantos otros que se proclaman luchadores en el camino de Dios? ¿Y cumplen con estos otros?

Capítulo 5

28. Y si tú pones la mano en mí para matarme,

yo no voy a ponerla en ti para matarte, porque

temo a Dios, Señor del universo.

29. Quiero que cargues con tu pecado contra

mí y otros pecados y seas así de los

moradores del Fuego. Ésa es la retribución de

los impíos».

32. Por esta razón, prescribimos a los Hijos de

Israel que quien matara a una persona que no

hubiera matado a nadie ni corrompido en la

tierra, fuera como si hubiera matado a toda la

Humanidad. Y que quien salvara una vida,

fuera como si hubiera salvado las vidas de toda

la Humanidad.

Por supuesto que no cumplen, por supuesto que no pueden ser considerados musulmanes, como al principio los mencionados no pueden ser considerados cristianos ni judíos.

Los crímenes los cometen las personas, las doctrinas divinas no les inculcan las masacres, todo lo contrario, les promulgan el bien.

Veamos en este mundo de hoy como pueden justificar los genocidios que han cometido, las mentiras que han vertido, la codicia que poseen.

¿Van a decir que es por su propia maldad? No! Es más fácil decir que es en nombre de la “democracia” y la “libertad” o en nombre de sus libros sagrados, o de Dios.

No hay democracia, no hay libertad, no ha Dios en estas acciones criminales e inhumanas, nada de esto existe en el padecimiento de los palestinos, en la ocupación de Irak, en la devastación de Siria.

Nada de lo que dicen es verdad en Hiroshima y Nagasaki, ni en la persecución de los judíos por la Alemania Nazi. Nada es cierto.

Lo único que es verdad, y la única verdad, es el apetito voraz del hombre lobo del hombre, la codicia y mezquindad del dinero por sobre la humanidad, el apropiarse de lo apetecido a cualquier precio, el lograr el fin por todos los medios.

La única verdad es la muerte de millones de inocentes, la única realidad es la maldad de los que tienen por objetivo el beneficio de la opresión y la dominación.

Que cada uno rece como quiera, que adore a Dios como le indican sus enseñanzas, pero no culpen a las religiones de su propia iniquidad.