CUANDO SE REDOBLAN LOS ESFUERZOS PARA BOICOTEAR AL ESTADO TERRORISTA DE ISRAEL LEON GIECO Y CESAR ISELLA PARTICIPARAN ESTE MARTES EN "UN GRAN FESTIVAL" EN EL BUNKER DEL SIONISMO
Que César Isella no se entere o no se quiera enterar de lo que está pasando con el pueblo palestino no es extraño. Hace tiempo que colgó de un perchero su fraseología izquierdista, pero que Gieco se haga el distraído y borre con el codo todo lo que cantó con su boca, realmente parece de muy mal gusto. Lo tremendo es que el afiche que anuncia el festival en el enclave sionista menciona al cantante popular como la gran "figura" del mismo y debajo aparece el titulo de su canción mas conocida ("Sólo le pido a Dios").
Obligadamente surge la pregunta: ¿qué le pedirá León a Dios en tierra de criminales y genocidas? ¿Qué dirá y hará entre esos miles de asistentes que promete el Festival, cuando a muy pocos kilómetros de alli, todo un pueblo está siendo mancillado y machacado simplemente por querer ser independiente?
¿En qué vereda se ubica el Dios al que Gieco tanto le pide en sus canciones?
¿Dónde se para este famoso trovador popular que amenaza convertirse en un cantorcito obediente de lo que le imponen los sionistas, esos mismos personajes a los que todas y todos los ciudadanos con sensibilidad repudian, boicotean y denuncian por las atrocidades que a diario cometen contra los palestinos?
Parece ser que el camino de Tel Aviv tiene muchos atractivos para ciertos artistas que posan de progresistas y terminan arrodillados frente a la bota de los gendarmes del Medio Oriente. Eso es doloroso pero tan cierto como el anuncio que podrán leer al pie y que pretende demostrar que en ese territorio de los ocupantes todo se vive con "normalidad". Mientras tanto, más de 10.000 palestinos y palestinas del territorio ocupado, se pudren en cárceles de seguridad o millones de ellos viven desterrados por culpa de los invasores.
Sí, Gieco e Isella cantarán en un bunker militarizado (¿alguien duda que Israel no lo es?) mientras hijos, hijas, hermanos, hermanas, padres, madres y familiares de los 1,507 asesinados (por las bombas de muchos que seguramente estarán hoy entre el público), no pueden quitar de sus retinas ni oídos la masacre producida en Gaza hace sólo siete meses.
A Isella y a Gieco, como en su momento a Mercedes Sosa y a Cesárea Evora, es evidente que "la muerte les es indiferente" y que los miles de niños y niñas asesinados por los misiles sionistas, son parte de los daños colaterales de los que tanto hablan los militares estadounidenses, padres putativos de ese Estado Terrorista que hoy, con su dinero, logra cooptar exitosamente a quienes lamentablemente pusieron su trova en venta.
Eso ocurre, por no ser consecuentes con lo que predican y, en el caso de Gieco, no hacer caso a lo que canta: guardar en la memoria lo esencial de la ética y la dignidad, que tanto le sobra al pueblo palestino.
RESUMEN LATINOAMERICANO
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